jueves, junio 09, 2005

Cosas absurdas

Sí, es tarde, mañana tengo que madrugar para seguir estudiando Historia Contemporánea, pero no puedo acostarme sin contar las cosas absurdas que me pasan últimamente, que me hacen sentirme parte de un complot internacional o víctima de una vida falsa al estilo Show de Truman o sencillamente, observado por el Estado al modo 1984. Nostradamus con menos hacía profecías.

Hace unas tres semanas me encontré lo que popularmente se conoce como duro, o sea, una moneda de cinco pesetas. Para los que lo desconozcan o lo pasen por alto, me lo encontré en Pisa, Italia. Y no conviene pasar por alto que yo, persona que lo encontró, soy español. Desde aquí hago un llamamiento a algún matemático que me pueda dar el número exacto de probabilidades de que sucediera, es decir, que una persona encuentre en un país extranjero una moneda fuera de curso legal de su propio país. Otro llamamiento: si un italiano ha encontrado recientemente liras en España, que me lo haga saber.

Hace pocos días salí de casa con mi camiseta de Orlando Magic de Tracy McGrady, con el número 1, por supuesto. Pues he aquí mi sorpresa cuando al final de la calle veo otra camiseta de Orlando Magic con el número 1, pero de Hardaway, o sea, el jugador que (creo) llevaba antes ese número en el mismo equipo. Vale, este hecho es menos evidente al lado del asunto del duro, pero también lleva una carga filosófica importante detrás... Mismo equipo extranjero de un deporte minoritario en Italia con el mismo número, pero sin embargo, distinto jugador...

Por último, la absurda coincidencia de tipo lingüístico. Estaba esta mañana en el ordenador de la biblioteca cuando ha venido una amiga española filóloga a preguntarme si le podía buscar la palabra “anaquel” en el google. He abierto otra ventana y, con el 99% de mi cerebro diciendo “no puede ser” le pregunto: “no estarás leyendo Borges, ¿verdad?”, a lo que me ha contestado “”. “La Biblioteca de Babel”, he dicho ya sin preguntar mucho. “” me ha dicho ella. Yo conozco esa palabra única y exclusivamente de ese cuento.

Seguramente estos días han pasado cosas más improbables aún en mi vida y no las he podido apreciar, pero estas me parecen lo suficientemente curiosas-raras-absurdas-improbables para no contarlas al mundo.

1 Comentarios:

At 12:48 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

hace apenas unos dias estaba con una amiga en el balcon de mi casa, ella me dijo: hazte un porro.
Yo le sonrei la senyale con un dedo, abri las palmas de mis manos delante de mis ojos y las mire, luego me senyale la cabeza.
Ella me dijo:
no lo cargamos mucho y asi luego podre estudiar.
Yo conteste:
solo te dije que me habias leido la mente.

y estas son las cosas absurdas que cuando quieres que coincidan...
para mas informacion: Libro del Buen Amor (Arcipreste de Hita)

 

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