lunes, agosto 21, 2006

Mi rabia, mi odio

El estado de Israel es un invento occidental del que hoy todos se arrepienten menos Estados Unidos y quizá Inglaterra. Ahí comenzó el terrorismo islámico. En dos guerras (la de los Seis Días y la del Yom Kipur) llevadas a cabo en contra de la impotente ONU, Israel amplió su territorio considerablemente a costa de sus vecinos. Los palestinos vieron cómo "la legalidad internacional" les cercenaba no sólo un trozo de su capital, sino de su ciudad sagrada. (Para algunos esto no es revisionismo histórico, pero sí buscar los cadáveres de la Guerra Civil para que sus familiares puedan enterrarlos como deben) Imaginaos cada uno en vuestra ciudad qué resultaría si un día la ONU decide que esa calle en la que vives pertenece a otro país, que de la noche a la mañana eres un emigrante y un inmigrante.

Israel comenzó desde el principio a ser atacado por los pueblos musulmanes limítrofes. Las guerras mencionadas se libraron como "medida de seguridad" para proteger sus fronteras. Es curioso lo bien que suena el Lebensraum nazi con "la razón" en tu mano. Esas guerras, además de otros acontecimientos, han llevado poco a poco a los países de alrededor a la desconfianza total en los países "desarrollados" que se suponían garantes de su integridad y su paz. Ahí ha empezado a destejerse el mundo actual. Cuando la máxima autoridad no actúa, comienzan las venganzas, la justicia por la mano, el terrorismo. Hoy, Israel sigue matando. También todas las organizaciones terroristas islámicas. Pero hay una diferencia de base tan absoluta que, a base de esconderla y desfigurarla, hace parecer radicales a quienes la sostienen: Israel es un país soberano, integrado en una serie de organizaciones mundiales ante las que debería responder por sus matanzas.

Israel ha detenido recientemente a un alto cargo político palestino. ¿Por qué? ¿Alguien se imagina a la policía inglesa deteniendo a la vicepresidenta del Gobierno? "Es por la seguridad de Israel y del mundo libre", dicen todos. ¿Han olvidado que existen unas reglas del juego? Muchos admiran el Gernika y pocos llaman a los ataques israelíes por su nombre: matanzas civiles cuya repetición se conoce como genocidio. ¿A quienes acuden los familiares de estas masacres? ¿A la ONU? Bastante tiene la ONU con defenderse de los ataques a sus observadores: Israel no quiere que el mundo sepa lo que hace. ¿Qué sucede? Que todos ven que sus muertos quedan impunes, y entonces hasta los más pacíficos son capaces de todo por buscar justicia, incluso de atarse veinte kilos de explosivo al cuerpo para que ellos también sepan lo que es el dolor gratuito. Y eso genera otro bombardeo israelí, y eso otro suicida...

Paradójicamente, Israel es Europa y El Líbano, el país con el que limita al norte, Asia. Al menos eso se deduce de verlo en Eurovisión y de ver a los equipos deportivos israelíes jugar las competiciones europeas. Hace poco, una federación decretó jugar los partidos con equipos israelíes como locales en campo neutral por medidas de seguridad. Los israelíes calificaron la medida de "antisemita", un insulto que aun siendo falso, les otorga a ellos el papel de víctimas y de insolidario al que lo recibe.

El mundo está roto por muchos sitios, pero por aquí, además de ver cómo se desangran los inocentes, vemos cuán frágiles son nuestras propias leyes, esas que sólo se aplican a quien no puede gritar ante la injusticia.

¿Antisemita yo? Que nadie se equivoque, me da igual la religión a la que pertenezcan. Odio su país, cada persona sigue siendo un mundo independiente.