domingo, noviembre 26, 2006

¿Oslo había dicho?

Creo que aún no lo había mencionado, imagino que por lo vulgar del acontecimiento. Tampoco escribo cuando me lavo los dientes, cuando me rasco la rodilla derecha o cuando releo Petrarca. Pero sí, esta vez lo cuento: el miércoles me voy a Oslo. Razón aquí.

Fiordos, barcos vikingos, Munch, Ibsen, hielo... Y algo que tiene mucho de exótico para mí: ¡pagar en moneda que no es euro! Ya tengo mis coronas noruegas en casa, unos billetes preciosos, ingenuos, parecidos a los que teníamos nosotros de cien y quinientas pesetas.

¿Que con quién me voy? Con una gran amiga, la más reciente, que lleva dentro el poder de los conquistadores, la inteligencia de los generales y la sensibilidad de las noches de otoño. Si ella sonríe, el mundo entero funciona mejor, estoy seguro.

El viaje y la hazaña memorables están a punto de comenzar...

3 Comentarios:

At 2:23 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

yo me quedo con lo bonito que dices de Merry, el resto, ya me lo contarás...

 
At 6:52 p. m., Blogger Nieves dijo...

Estoy en una de las ciudades más bonitas del mundo y aún así me das una indescriptible (aunque sana) envidia. Dedícame un pensamiento en los paisajes blancos.

 
At 9:44 p. m., Blogger Javier dijo...

Da que pensar eso de que el pagar con otra moneda se convierta en algo exótico... Antes era casi una maldición eso de tener que cambiar moneda para ir a otro país. Ahora es algo que casi hasta nos hace ilusión (yo estoy deseando ir al Caja Madrid para tener libras). Se está perdiendo el efecto "sorpresa" en los viajes. Cada vez es todo más parecido, y más desde que Ryanair sale desde Barajas. Así que disfrutad de la moneda de Oslo, y no comais en ningún Mc Donalds. Esta globalización...

 

Publicar un comentario

<< Home