Más autobuses...
"Pero ¿cómo la vas a dejar? ¿Por qué? Vas a encontrar muy pocas chicas como ella, que sea guapa, simpática y tan lista." A los doce años, uno no tiene mejores argumentos para recomendarle a un amigo que no deje a su flamante novia. No sé cómo, ella se enteró de esta conversación y al día siguiente me dijo "gracias" sin ningún motivo. Yo me hice el loco y jamás hablamos de eso. Después, los complejos entramados sociales de la pubertad nos llevaron a cada uno por un lado sin que supusiera ningún trauma para ninguno de los dos, y sólo años más tarde volvimos a hablar en un par de ocasiones por una amiga común.
Hoy la he visto entrar en el autobús, y sentarse cerca de la puerta. He dudado si acercarme a hablar con ella, pero una conversación forzada hubiera sido estropear un bonito momento. Porque al bajarme, la he mirado, he sonreído, y he dicho "Hola". Ella ha abierto mucho más los ojos y me ha contestado con un sincero "¡Hola! No te había reconocido". Apenas dos frases después, y con un intercambio de amplias sonrisas me he bajado del autobús con la agradable sensación de haber sabido elegir los momentos.
5 Comentarios:
Qué bonito
Coppo lavoro!
Eso amigo mio y maestro es de autentico jugon
Crack.
la de cosas que pasan en los autobuses, verdad?
El transporte publico tiene la facultad innata de hacer coincidir de manera obligada a tanta gente tan distinta que las situaciones que se dan son geniales, claro, si las sabes ver.
Yo lo llamo"el micromundo".
De hecho a Lucía la conoci en un autobus...Ahi es nada!
Un besote!
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