lunes, marzo 05, 2007

Toreando a Montesquieu

Como bien sabe Rafa, llevo tiempo queriendo llevar a cabo un proyecto satírico-humorístico sobre cierto sector de la prensa política española. Es probable que lleve más de cuatro años viendo a diario las portadas de La Razón, y últimamente me produce una fascinación morbosa y obscena la figura de Federico Jiménez Losantos. Así que me consideraba suficientemente informado y moralmente capaz de iniciar proyectos como este o este, aunque finalmente todos quedaran truncados por mi falta de constancia y de seguridad en la línea a seguir. Sin embargo, al iniciar el último, me he dado cuenta de algo. Todo este tema de la prensa acalorada y populista ha dejado de hacerme gracia, ya no me río con las portadas de Ansón ni con las fantasías conspiracionistas de Losantos. Ahora me dan miedo, y mucho.

En estos días estamos viviendo las situaciones más tensas del país desde eso que llamamos transición, aunque deberíamos pensar más a menudo de qué a qué transitábamos. La imagen de ayer en Lorca, donde una plaza de un pueblo se dividía en dos bandos con diferentes banderas y que se insultaban, uno enfrente del otro, me asustó y me entristeció a partes iguales, además de hacer venir a mi memoria relatos e imágenes antiguas que no nos han enseñado nada. Aunque la foto debería ser suficiente motivo de reflexión, independientemente del motivo que ha llevado a ella, no puedo evitar hablar de la causa de todo. ¿Por qué no puedo callarme? Porque me canso de sentirme tratado por gente, en su mayoría muy ignorante, como anormal, cruel, e inmoral por pensar como pienso; y porque creo que la gente no ignorante que no piensa como yo puede encontrar en mis palabras una explicación coherente de mi posición en el asunto, haciéndoles ver que no es la irresponsabilidad ni la maldad la que mueve mis pensamientos.

Montesquieu, en su obra El Espíritu de las Leyes (1748-1750), expone una de las bases de todas las democracias actuales: la división de poderes. Para el correcto funcionamiento de un estado, el poder legislativo (el que hace las leyes), el poder ejecutivo (el que aplica las leyes) y el poder judicial (el que juzga sus infracciones) deben ser independientes entre sí, para evitar la tiranía que había sido norma del absolutismo de las monarquías europeas que él conocía.

De Juana Chaos cometió o partició directamente en 25 asesinatos a mediados de los 80 como miembro del comando Madrid de ETA. Detenido y juzgado en 1987, fue condenado a más de 3000 años de prisión. En 2006, y gracias a un lamentable sistema penal, De Juana estaba en facultad de abandonar la cárcel. Fue entonces cuando el Gobierno (poder ejecutivo) acudió, forzando la ley, a una imputación por amenazas que le volvió a llevar a prisión. Es entonces cuando De Juana, en una inteligente maniobra, se declara en huelga de hambre, poniendo en contra del Gobierno a todas las partes, pues su cada vez más deteriorado estado de salud obliga a llevarle a un hospital para que sea atendido. Después de dos meses de huelga, el Tribunal Supremo le rebaja la condena por amenazas de 12 a 3 años. Hace pocos días, el Gobierno le concedía el segundo grado y De Juana era trasladado a un hospital del País Vasco del que saldrá para cumplir el resto de su condena en arresto domiciliario.

Bien, ahora vayamos por partes. En primer lugar: si alguien que ha matado a 25 personas, puede salir de la cárcel sólo 19 años después sin quebrantar ninguna ley, tenemos un terrible sistema penal. Segundo: la decisión de rebajarle la condena pertenece al Tribunal Supremo, que encarna la máxima autoridad del poder judicial de la misma manera que el Gobierno es la máxima expresión del poder ejecutivo; recordemos que en teoría son independientes. Tercero: ante la huelga de hambre, no existían nada más que malas opciones. En mi opinión, se escogió la menos mala.

De esto se deducen muchas cosas. La primera: nuestro sistema penal da exactamente eso, pena. Y, que yo sepa, nace de la única época de consenso que hemos tenido históricamente, la llamada transición. Por lo tanto, su mal funcionamiento debe avergonzarnos a todos, y no debemos culpar a los que en ese momento estén en el poder. La segunda: todos estamos de acuerdo en que el Gobierno, influído por el gran peso político que tiene la figura de De Juana, presionó al Tribunal Supremo para la rebaja de la condena. Por lo tanto, si en nuestro país son posibles semejantes injerencias entre los poderes teóricamente independientes, debemos volvernos a avergonzarnos todos por el funcionamiento del estado; por todos es sabido que los diferentes poderes ejecutivos han ido cambiando, sin excepción, los grandes cargos judiciales con individuos de su agrado. En caso de negar la injerencia y suponer un correcto desarrollo del estado, las manifestaciones e insultos deberían haberse dirigido al Tribunal Supremo y no al Gobierno. La tercera deducción: desde el momento en que De Juana encontró el vacío legal de la huelga de hambre, ya había ganado. Debemos volver a lamentarnos por el hecho de que exista ese vacío. ¿Qué había que hacer entonces? ¿Dejar que muriera? Este deseo, compartido por muchos, no se llama ansia de justicia, se llama ansia de venganza. Y un estado debe impartir justicia, no venganzas. Además, De Juana habría pasado a convertirse en un mártir para el entorno favorable al terrorismo y habría propiciado una ola de violencia de la que nadie parece consciente. La medida que se ha adoptado, la concesión del segundo grado, lejos de ser buena, es la menos mala. Amén de evitar el fallecimiento y fenómeno de martirización de De Juana, es un rechazo dogmático de la muerte, y la valoración de la vida por encima de todo, incluso de la vida de un asesino de 25 personas.

Si tenemos en cuenta que un grandísimo porcentaje de la población que está en contra de esta medida se considera cristiana, lanzo una pregunta: ¿habría consentido Cristo la muerte de De Juana?

No pretendo convencer a nadie de mis ideas, sólo quiero exponerlas para que la gente vea que puede haber personas, como yo, que estemos a favor de una decisión sin necesidad de que seamos ultras del Gobierno (no lo soy en absoluto) ni apólogos del terrorismo.

P.D. No me gusta escribir de política en el blog, pero a veces me siento incapaz de no hacerlo.

4 Comentarios:

At 11:09 p. m., Blogger Javier dijo...

Ya sabes que en esto de política nunca estoy demasiado bien informado, pero me gustaría saber qué opción propone el PP... ¿qué hubieran hecho ellos de estar en el poder? ¿Lo hubieran dejado morir?

Por suerte o por desgracia,(creo que por suerte), en este país no se mata ni se deja morir a la gente, así que estoy contigo en que el PSOE ha hecho lo menos malo.

Lástima que "lo menos malo" no sea suficiente para castigar a tamaño CABRÓN. Sigo sin creerme que un tío así pueda hacer temblar los cimientos de un país de esta manera.

Vaya parrafada acabo de soltar, no??

 
At 4:46 p. m., Blogger neis dijo...

bueno muchacho, en concreto en esto siento discrepar, por que me toca bastante cercano, y me resulta imposible no tener opnión.
Cristo no le habría dejado morir, Cristo ni mata aunque muchos han matado en su nombre, pero realmente estamos mezclando peras con limones, es decir, pepero no es sinónimo de cristiano, ni socialista de ateo gracias a Dios. pero sí, la opción de no dejarle morir es menos mala teniendo en cuenta que ahora no cumplía condena por los 25 asesinatos que cometió, si no por escritos que publicó; así bien, si se decidiió no dejarle morir, ¿por qué es menos malo el hospital 12 de octubre que el del país vasco? ¿si ya no está en huelga de hambre no debería volver donde estaba?. él como persona es un cobarde, y creeme que no se habría dejado morir, es cobarde para matar por la espalda y cobarde para terminar con su propia vida.
sí, soy apocalíptica, pero, amigo mío, un gobierno que se ha declarado hoy mismo " chantajeado por eta" atenta contra la democracia, contra nuestra seguridad, y se ríe de socialistas, ultraderecha, centro, revés y portero... de todos.
Si nadie le hubiera hecho caso, no se habría reído de nosotros, por lo tanto, lo realmente triste es la mediatización del asunto, lo triste es que no se retracte, lo triste es que esto aún nos siga dividiendo.

 
At 11:40 p. m., Blogger Fer dijo...

Me alegra que queden personas como vosotras, que sois capaces de expresaros en tonos normales... Gracias por escribirme aquí, no busco apoyo en mi opinión, sino sensatez y tranquilidad!!

 
At 9:31 a. m., Blogger Alicia dijo...

A mí también me resulta imposible no opinar...
No puedo juzgar la decisión del Supremo, pero sí la del Gobierno, y un hacho es claro: el miserable asesino ha echado un pulso al Gobierno de España, elegido democráticamente y que representa y gobierna A TODOS los españoles, y lo ha ganado. El Gobierno lo deja morir, eso es una interpretación errónea, me temo, ya que su huelga de hambre era voluntaria. Nunca se le negó el sustento, si no lo tomaba es porque no quería. Si eso son medidas de presión que pueden adoptarse, ¿qué sucede si las cerca de 100 personas afectadas por De Juana organizan una huelga de hambre para que se le aplique la pena completa? Me temo que no veo a las autoridades obedeciéndolos en ese caso.
Estoy de acuerdo en que De Juana cumplió su pena por los 25 asesinatos, aunque irrisoria. Su nueva condena era por amenazas de muerte a un juez y por apología del terrorismo. ¿Por qué se tiene merced con él, sea por lo que sea, si él no la tuvo, ni la tendrá, con nadie? Aprovecha a ser fuerte contra los asesinos, no los legitimes, no te pongas a su nivel, no hieras a las víctimas... Castígalo con rigor, si tienes la oportunidad.
Fer, querido, ¿por qué utilizaste para el blog de Federico mi misma plantilla?

 

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