miércoles, marzo 28, 2007

La voz del martes

Un martes vulgar. Ni siquiera la incipiente primavera lo hacía mínimamente especial. Un viento indiferente y cuatro gotas despreocupadas se movían sin sentido. Vago estudio, cansado trabajo, rutinario. Transportes semivacíos y viandantes más genéricos que nunca. Entonces ella, entonces su voz. Aire que se retira para abrirle paso, vasos que se detienen en su corto viaje. Voz nacida de un sorprendente reencuentro, autorretrato de juventud contemplado en la madurez. Delicadeza que se derrama desnudándola por accidente como una toalla mal anudada. Amargura tras la sonrisa, extraña y absurda amargura. En el aire se mantienen sus trazos ingenuos mientras baja del escenario, asustada de sí misma.

4 Comentarios:

At 1:17 a. m., Blogger neis dijo...

soñé por un momento que era aire...BINGO!

 
At 6:05 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Menos mal que escuchas voces bonitas por la mañana....

 
At 7:09 p. m., Blogger La Pofe dijo...

Qué suerte tenemos los que vivimos rodeados de voces extraordinarias. Es un lujo único. En ocasiones me han preguntado si no me daba rabia no tener la voz como la de mis hermanas. Y en todas ellas he pensado que lo que me daría rabia sería no tener las suyas around!

 
At 7:59 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

primero siento, luego insisto, comparto lo mismo "amigo".

 

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