Con ojos de extranjero

Y parece que fue ayer, blablabla... No, no es eso. Hoy se ha revalorizado cada hora que no fui a clase, cada lección que no atendí por hablar con quien tenía a mi lado, cada partida de cartas en las mesas, cada tontería que hice en vez de estudiar para el examen, cada imprudencia que cometí pero que me hizo vivir más, que me hizo crecer como persona para después poder comprender las experiencias de los artistas y no sencillamente memorizar los años entre los que encuadrar sus épocas. Uno acaba la carrera y se siente casi igual, porque entendí que la licenciatura no fueron sino años donde me examinaron de lo que iba aprendiendo, porque entendí que hoy no he dejado de aprender. ¿Más libre? Es fácil sentirse libre cuando otros ponen las normas, basta con echarse un poquito a un lado; pero cuando las reglas las pones tú para sentirse libre hay que crecer lo suficiente para que la libertad vuelva a ser un regalo y no una carga.

¿Me he aburrido de bloggear? El caso es que llevo días, por no decir semanas que, además de no postear, ni siquiera leo los blogs que antes abría hasta tres y cuatro veces al día. La verdad es que no le encuentro ninguna lógica... ¿Mi vida ha cambiado? Pues... supongo que sí. Estoy estudiando para acabar la carrera y si la termino iré a Florencia a hacer unas pruebas para ver si me admiten en su doctorado. ¿Que por qué no lo he contado antes? No lo sé...

Hay una escorpio por ahí muy tocanarices (por no decir tocapelotas) que no hace más que ponerme pegas a todo y hacer que me replantee cada acto en mi vida sólo por el mero placer de molestar... Ella sabe que suelo hacerle poco caso en la mayoría de los temas, pero digamos que le doy un mínimo de autoridad para lo que es la literatura y sus derivados, como pueda ser este blog. Dice que soy demasiado racionalista y que clasifico en exceso, aunque eso ya lo sabía yo. Todo esto viene a que quizá me encorseto mucho a la hora de escribir y me preocupo demasiado de lo que pueda pensar la gente. Os habréis dado cuenta de que de "Como borregos" a "Con ojos de extranjero" se han caído unos cuantos temas, demasiados quizá. Y esos temas que se perdieron ahora son muy fuertes en Madrid, tanto como más débiles son los muy trascendentales que me venían en Pisa... ¿Significa esto que vuelvo a abrir otro blog? Pues... no lo sé. Quizá debería abrir uno donde no me preocupara de los giros que diera mi vida para escribir en él con la frecuencia con la que lo hacía antes. Digamos que tendré unos días de debate interior en el que me preguntaré si mi clasificadora cabeza (demasiado latín, quizá...) concibe un blog donde se junten noches de PlayStation con reflexiones sobre la pintura renacentista y con temas que aún ni se me ocurre que pudieran pasar por mis posts...

Resumiendo, que estoy en crisis bloggera, que no personal... ¿Y si sólo fuera el verano?